jueves, 7 de junio de 2012

nacimiento del superhéroe


            como agua me acosté para llegar
a los últimos lugares de la goma espuma.
quien mañana me despierte tocará un charco y
mirará sus dedos con fuegos que puede usar
            contra todas las sombras del pasillo. 

lunes, 4 de junio de 2012

magia flaca


            la mala onda –ese hechizo poderoso
que aprenden las sombras en el laberinto-
se deposita delgada a tus pies disfrazada de magia flaca
humilde y convaleciente.  
            la pollería así te la ofrece cuando ya le compraste
suficientes milanesas y alitas de pollo.
            así sisean las vecinas con ojos perdidos
mientras sacan bolsas de nylon de una caverna al atardecer.
            un infierno de acuarela para un barrio tan ideal
que descansaría en sus rincones como niño
que elige dormirse por ultima vez
antes de que el frío le anestesie los pies.

jueves, 24 de mayo de 2012

alacrán

            tiene mirada de alacrán la paradoja en tu boca
¿de cuántos departamentos vacíos en alquiler? ¿de qué villa miseria?
¿de esas que no se desgastan cuando el sol sale cada mañana?
¿de esas donde una lengua pide como víbora que flota en todos lados?
            tiene mirada que viene de a dos la paradoja en tu boca.         

miércoles, 16 de mayo de 2012

diosa del veneno


           la sonrisa cascabel ojos que pican
criaste a tus hijos sembrando objetos embrujados por el barrio
(invisibles, capuchones de lapiceras bic, una colita de pelo)
objetos como ojos cerrados que al tocarlos, miran.
           y a la noche, después de comer, dolerá el hígado
como si las águilas volvieran a meter el pico salvaje
en ese Prometeo encadenado a la parada del colectivo
y que en la mano derecha, como si fuese un trofeo de cuerina,
           sostiene un monedero desgastado.

viernes, 27 de abril de 2012

Nollywood


una película que está bien para la industria cinematográfica
de Nigeria, no de Niger, de Nigeria
está bien cayendo como lluvia la rutina limpiando el cielo
de sangre, la tierra de sangre, la parada del 2 de sangre
            limpiando todo lo que llega de Sierra Leona
todo eso que nos brilla despreocupadamente al pasar como si nada
que hace equilibrio en la puntita del desayuno
apunto de caer del lado del pupo, un cristal de sangre
un pedacito de tostada con sangre.    

martes, 24 de abril de 2012

Volumen o Tomo I y II. Juan Gelman. 179.


Es inevitable la comparación porque simplemente me sucedió lo mismo. En realidad mi cabecita se entretiene entretejiendo todo lo que me rodea para salvarme la vida y no empujarme definitivamente a la locura. De una sabana hace un paracaídas, de la calle la escuela, la vida, lo que rodea al departamento.
La primera vez fue en esa pequeña librería que queda en la esquina de dos calles cuyos nombres son ambos patéticos, el primero un prócer que deja a mi imaginación la arbitrariedad de suplirlo por mil cosas más lindas: calle Waldino Aguirre, Infancia o Piedra Libre; el segundo el de una batalla de la independencia que supliría solamente por el nombre de calle America Josefina Scarfó. Entonces sería: la pequeña librería de la esquina de Piedra Libre (ex Waldino Aguirre) y A. J. Scarfó para los cartelitos y la de Waldino y America para los vecinos. Allí, en la estantería de la izquierda reservada a la poesía, reposaba un libro cuyo titulo era: Poesía Completa de Arthur Rimbaud. Al módico precio de 179 inalcanzables pesos argentinos. Me indigné, porque la editorial, la librería, los 25 grados de sensación térmica, la música que había elegido el librero, todo era perfecto menos mi falta de dinero. Lo que más me llamó la atención fue que de un lado, en el libro, estaban los originales y del otro las traducciones, técnica que me lleva a comparar a los traductores con personas que te cuentan como es algo que vieron y que no podes ver. Y para mí, que apenas aprendí mi lengua materna y a duras penas la puedo emplear sin que la dislexia se ponga a jugar con ella, es algo perfecto eso de que de un lado esté el original y del otro la traducción porque deja a mi imaginación acercarse un poquito más a una verdadera lectura de Rimbaud. Eso si, jamás, y es una ley interna que funciona sin que pueda evitarlo, voy a recordar el nombre de un sólo traductor salvo el de los siguientes dos libros: Una Temporada en el Infierno, traducción de Oliverio Girondo y La Metamorfosis, traducción de Jorge Luis Borges.
La segunda vez fue hace un momento, cuando caminaba del Shopping al departamento con la idea de entrar a una librería de la peatonal. En esa idea estaba implícita la de caminar como en una película en blanco y negro, que lloviznara y las luces de la calle brillaran en la brea, la idea de leer los títulos de los libros cómo si los leyese un intelectual consagrado que le gusta perder el tiempo en las librerías y, de vez en cuando, jugar con meterse algún libro de Faulkner en la campera y afanarlo. Lo que no estaba, lo que nadie había imaginado, era esa edición de no sé que editorial de la Poesía Reunida o Completa (no lo recuerdo) de Juan Gelman, tomo o volumen I y II. A 179 incansables, por segunda vez en este texto, pesos argentinos. Leí el índice, llegué hasta Colera Buey o Traducciones II: Poemas de Sindey West, hasta que convencido de mi falta de dinero no lo resistí más. Salí de la librería a la peatonal y ya no caminaba en una película en blanco y negro, la llovizna no me importaba, tampoco si la brea brillaba por las luces. No podía, siquiera, leer los carteles del Mac Donals como si fuese un desempleado consagrado. La siguientes dos cuadras las derroché pensando esto y, allí, cómo pensamiento, era tan dinámico y preciso que hubiese merecido el premio o distinción a "mejor pensamiento volviendo a casa".
Ahora tengo que ocuparme de una ultima cifra, de los últimos dos números, el 2 y el 0 que forman el billetito de 20 pesos. Transformarlos en 2 tomates, 4 alitas de pollo, usar la media cebolla de la heladera, algunos ajos, una cucharadita de mostaza y traducir todo eso en la cena. Dispongo de casi una hora.

sábado, 7 de abril de 2012

"para dos personas"

y este sentimiento repentino de solidaridad
le trae frío a los huesos la piel la grasa que voy llevando
de acá para allá hasta hoy sin problemas
de acá para allá llevando la piel etcétera. 
            ¿qué linda excusa encontré en esto?
¿para no buscar trabajo? ¿me siento mal de lo que soy?
me siento mal de lo que soy, para no buscar trabajo
que linda excusa encontré un sentimiento.
            cruzando el parque queriendo sacar a Romi del shopping
veo las lucecitas del casino en el agua que desde aquí
parece algo oscuro que de golpe brilla.
            me gustaría ir expropiando todo mientras volvemos a casa
siempre a esta hora la misma noche
me gustaría estornudar fuerte destruyendo el status quo
dejar de rehogar cebolla como hasta hoy y compartir ese sentimiento
esa empanada solidaria que flota entre nosotros.
            después
un Luis Brandoni cualquiera
dirá: “...tres, tres empanadas que les sobraron de ayer
para dos personas...”